de que la felicidad son las pequeñas cosas del día a día. También me he dado cuenta de que he perdonado errores casi imperdonables. Que he sustituido a personas que todavía son insustituibles, y que personas irreemplazables hoy no son más que gente. Me he enamorado de sonrisas. He borrado la palabra imposible de mi vocabulario, para cambiarla por improbable. He amado y he sido amada, pero también he sido rechazada. Lo he dado todo por alguien quién no merecía, y no lo he dado todo por quién sí. He parado el mundo, y también me lo han parado. Lo he hecho todo por no perderle, le he perdido, y me he perdido, pero sigo aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario